La onceava del Clausura trajo un cambio en la cima de la tabla de posiciones, River quedó desplazado al tercer lugar tras caer como visitante ante Godoy Cruz que ahora quedó segundo, y Vélez quedó como único puntero pese a haber caído sorpresivamente ante Quilmes. Estudiantes pudo aprovechar estas caídas para acercarse pero fue derrotado por Colón en La Plata, y Olimpo, otro de los escoltas, apenas empató con Lanús.
En la fecha número once del campeonato tanto el líder, Vélez, como su escolta, River, perdieron sus partidos jugando de locales. Aún así ninguno de los dos perdió el lugar de preponderancia en la carrera por el título, ya que los únicos de sus perseguidores más próximos que sumaron de a tres fueron Godoy Cruz, venciendo justamente al conjunto “Millonario”, y Argentinos Juniors que le dio vuelta el partido a Racing en la Paternal. El puntero fue vencido nada menos que por el Quilmes de Caruso Lombardi que se encuentra en descenso directo. Esto último y las caídas del resto de los líderes deja evidenciada la gran competitividad existente en el fútbol argentino, o bien un preocupante nivel de mediocridad donde los mejores equipos pueden ser derrotados por los de menor rendimiento.
Lo del conjunto de Ricardo Gareca fue el dato más saliente de la jornada futbolística. Cayó 3 a 2 en el José Amalfitani ante el “Cervecero” y por momentos dio la impresión de no haberse exigido a fondo, pese a que casi no hubo rotación de apellidos. Aún así, el tropiezo se convertiría en un hecho intrascendente desde lo estadístico, puesto que el “Fortín” continúa como único líder y Quilmes en descenso directo. Al local le quedó además la alegría de encontrar jóvenes con buenas condiciones para jugar en primera, como Agustín Vuletich y Héctor Canteros.
Con la derrota del puntero era de esperarse que se viera algún cambio en la zona de los animadores del Torneo, pero no fue así. River tenía la oportunidad de quedar como único puntero, pero perdió en su cancha ante Godoy Cruz. Se replegó demasiado confiando en su solidez defensiva y no logró mantener el 1 a 0 frente al “Tomba”, que con un gol de Zelmar García y un afotunado tiro libre de Mariano Donda dio vuelta la historia. Los de Juan José López desperdiciaron una gran chance de prenderse de lleno en la pelea por el título y de alejarse aún más de la zona de promoción. Los de Jorge Da Silva, en cambio, quedaron como escoltas de Vélez a sólo un punto del equipo de Liniers.
Olimpo empató ante Lanús, por lo que quedó a tres unidades del puntero y sigue en zona de promoción junto con Huracán; Estudiantes no pudo con Colón como local y ahora se encuentra a cuatro; Racig pagó caro un segundo tiempo muy mal jugado ante Argentinos y está a cinco unidades, mientras que los “Bichos” se acercaron y tienen tres puntos menos que Vélez; Banfield es el otro que intenta meterse en la discusión con con 18 unidades tras vencer en Rosario a Newell´s por 1 a 0.
Con resultados como los mencionados se vuelve difícil no hacer referencia a este dilema entre mediocridad o competitividad del fútbol argentino. Una competencia en la que cualquiera le gana a cualquiera y que se vuelve sumamente apasionante por ese mismo motivo, sin embargo es necesario prestar atención a los argumentos de este fenómeno. La doble competencia en el caso de Vélez y Estudiantes, que no les permite enfocarse de lleno en el Clausura es algo que parece no tener solución, sin embargo la irregularidad de Racing, Olimpo y Banfield, así como el juego excesivamente defensivo de River son los que plantean el debate.
Más allá de que siguen siendo los animadores del campeonato, es necesario llamar la atención sobre esta discrepancia entre lo que es competitividad y lo que es falta de recursos. En este contexto hay que hacer un paréntesis para Godoy Cruz. El “Tomba” sigue siendo fiel a la idea de agresividad y juego asociado que comenzó con Diego Cocca, siguió con Omar Assad y ahora continua con el “Polilla” Da Silva. La participación en la Libertadores hizo que tuviera algunos altibajos en su rendimiento, pero hoy que se aboca de lleno al torneo demuestra tener argumentos sólidos para codearse con los mejores.
Por pobreza de algunos, doble competencia o simplemente por lo parejo, es imposible sacar conclusiones o pronósticos a priori. Sea cual sea el motivo, el torneo se vuelve cada vez más interesante y el debate queda abierto. Mientras tanto, la pelota sigue rodando.
Emmanuel Paz
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