Saul Laverni tuvo una tarea deplorable en el encuentro disputado entre Godoy Cruz y Banfield, perjudicando claramente al equipo mendocino. En Parque De Los Patricios, la gente de Huracán perdió la paciencia y desató incidentes que derivaron en la suspensión del partido. En medio de todo, Vélez puso fútbol para ser más puntero que nunca.
El "Tomba" fue el gran perdedor de esta fecha, tras empatar 1 a 1 con el "Taladro" en el Florencio Sola. Un resultado totalmente inmerso en la polémica, debido a la mala tarea del árbitro Laverni y sus asistentes, quienes fallaron siempre en perjuicio de los mendocinos. No otorgaron un gol totalmente válido de Diego Villar, e ignoraron un claro penal sobre Álvaro Navarro. El "Bodeguero" quedó a tres unidades de la cima, tras merecer mucha mejor suerte.
En el Estadio de Huracán la violencia pudo más que el fútbol, y la contienda entre el "Globo" y Estudiantes debió suspenderse a los 32 minutos. El "Pincha", llevaba dos goles de ventaja, cuando se desataron los incidentes en las tribunas. Primero fueron cánticos contra la dirigencia y los jugadores, y luego fueron enfrentamientos con la parcialidad visitante. Fuera de la cancha, varios hinchas locales intentaron copar la cede "quemera". Hubo más de 15 heridos. Otro capítulo lamentable de violencia en el fútbol nacional.
Es cierto que a Godoy Cruz le quitaron los dos puntos de las manos, pero lo del Vélez está más allá de cualquier polémica. Con un nutrido plantel e ideas claras, trazan un camino que no da lugar a los cuestionamientos. En una competencia atizada constantemente por las urgencias, los procesos futbolísticos que se cortan prematuramente, los árbitros que no contribuyen a mejorar el espectáculo y la violencia presente más de una vez, el fútbol se quedó a vivir en Liniers.
Emmanuel Paz
@emmanuelpazTEA
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